Después de mucho tiempo de dar vueltas, me decidí por volver a probar WordPress (como si hiciera falta que yo lo validara o algo por el estilo).
En realidad, el que me decidiera por utilizar una plataforma ready-to-run, en lugar de programarme las cosas como a mi me gustan (no por eso que un cosa sea necesariamente mejor o peor que la otra… aunque, claro está, me saco el sombrero), tiene que ver en parte con una charla que tuve hace unos días en la oficina sobre aprovechar el poder de las comunidades Open Source.
Ahora si, estoy en condiciones nuevamente de ponerme a escribir online, a manera de catarsis; y a lo mejor, con algún que otro resultado no esperado.